La rata como mascota
Un poco de historia
La rata se encuentra entre los mamíferos más antiguos del planeta, aunque no aparece con su nombre científico (Rattus) hasta principios del siglo XX. En efecto, hasta ese momento el nombre Mus designaba, sin distinciones, a ratas y ratones. De ahí la posible confusión entre las dos especies, origen de algunas afirmaciones grotescas. Prueba de ellos es que J.F.D. Shrews-Burry, autor de Historia de la peste bubónica, estaba convencido de que la rata había abandonado Europa y después había regresado.
Pero la realidad es mucho más simple: ya presente en la Era Terciaria en las lejanas regiones de Asia y de África, la rata se convirtió en uno de los habitantes privilegiados de nuestras tierras en torno al año 1000, y no ha cesado de proliferar desde entonces, hasta el punto de conquistar nuevos territorios al ritmo de las grandes migraciones y otros movimientos de invasión, con éxito que ya conocemos.
Rata-mascota
Cada persona tiene su afición y sus preferencias. Últimamente, esta de moda mantener los animales exóticos como mascotas: cucaracha gigante de la Madagascar, serpientes, cocodrilos, tortugas, iguanas, sapos, etc. Se puede seguir con esta lista….
La rata doméstica forma parte de los nuevos animales de compañía que están de moda desde hace algunos años. ¡Cuánto camino a recurrido, pues, nuestra amiga la rata desde comienzo de los tiempos! Se ve ahora elevada al rango de pequeña compañera doméstica después de haber sido señalada en numerosa ocasiones con el dedo e irremediablemente cazada, perseguida y rechazada a causa de la repugnancia que suscitaba o del papel que desempeñaba en la transmisión de ciertas enfermedades.
En realidad, ¡la rata no es más “culpable” que las otras especies animales, incluido el hombre! Puede, por los tanto, desempeñar perfectamente el papel de animal de compañía que se reivindica para ella hoy es día; ella que es, de hecho, tan fácil de llevar y que hace gala de un carácter muy afectuoso, fiel y juguetón, además de una verdadera inteligencia. Así pues, no es sorprendente que la rata se haya impuesto como uno de los animales favoritos de los niños.
De ahí el interés de esta monografía, que, además de desmitificar la figura de este roedor, proporciona consejos e información útil para alimentarlo, educarlo, curarlo, quererlo, jugar con él y hacerle la vida agradable.